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Las recomendaciones oficiales indican que el cepillado dental con pasta y cepillo debe comenzar DESDE LA ERUPCIÓN DEL PRIMER DIENTE. Esto, realmente, no es muy conocido por parte de pediatras ni enfermeros (que son los que más ven al bebé en esta etapa de la vida) ni siquiera por muchos dentistas. El pantallazo es de la web de la Sociedad Española de Odontopediatría, a la que le costó MUCHO actualizar las indicaciones. Podéis consultarlo en http://www.odontologiapediatrica.com

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Vamos a ver cómo hacerlo posible incluso aunque hayas llegado tarde a conocer el asunto.

Los bebés necesitan acostumbrarse al cepillo dental muy gradualmente, y hay que asegurarse de que aprendan a disfrutar con la experiencia. Al final lo consiguen. De verdad.

Cuando los bebés aún no tienen dientes pasan una época en la que les gusta llevarse todo a la boca. Ese es el momento más idóneo para ir acostumbrándoles a manipularla, ya sea con un dedal de silicona o con “cepillos” que NO SIRVEN PARA LIMPIAR sino para masajear y hacer cosquillas. Es muy agradable para el bebé sentir el tacto de estos elementos.

Pero no confiemos la higiene a dedales o mordedores, porque no tienen ni la forma ni la dureza suficiente para eliminar restos de alimentos del esmalte.

 

COLOCACIÓN DEL NIÑO

Para cepillar con eficacia debemos estar cómodos. El niño debe tener la cabeza apoyada. Eso se puede conseguir teniendo al bebé tumbado boca arriba, y el adulto por detrás de la cabeza, o en niños más mayores, sentados en el regazo o entre las piernas con la cabeza apoyada en el brazo izquierdo del adulto.

 

 

COLOCACIÓN DE LA MANO Y DEL CEPILLO

Con la mano izquierda separamos labios, lengua, carrillos, con los ojos miramos, y con la mano derecha cepillamos. Es IMPRESCINDIBLE ir separando labios, lengua y carrillos para poder ver bien las superficies dentales. No estoy segura de si he dicho que hay que separar con la mano los labios, lengua y carrillos para poder ver bien dónde y cómo cepillamos.

Los dientes que primero salen son los incisivos, cuando ya están los 8 incisivos, salen las primeras muelas, quedando un espacio libre donde irán los caninos (colmillos). Luego salen los caninos y por último los segundos molares (antes de los 3 años ya estarán las 20 piezas erupcionadas).

Debemos interponer un dedo en zonas en las que aún no ha erupcionado ningún diente para que aunque el niño cierre la boca, se quede entreabierta y tengamos espacio para poder mover el cepillo correctamente. Además así evitamos que succione el cepillo con pasta, y también que lo muerda y lo deje inservible rápidamente.

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 En esta imagen vemos cómo el dedo gordo de la mano izquierda sirve para separar la lengua y a la vez está interpuesto entre la arcada superior y la inferior para evitar que el niño cierre la boca.

Cepillaremos siempre en un orden establecido: dividimos la boca en cuatro cuartos y hasta que no acabemos con uno no pasamos al siguiente. Con medio minuto en cada zona es suficiente, cuando ya están todos los dientes. Lógicamente no es lo mismo cepillar 4 dientes que 18.

Posteriormente diremos al niño que ESCUPA, pero NO que se enjuague. No hay que enjuagarse tras el cepillado, ni niños ni adultos. El riesgo de que con la ingesta de esa escasísima cantidad de pasta suceda un evento negativo es bajísimo. De hecho, a pesar de las investigaciones constantes sobre la cuestión, no se ha encontrado un solo caso de fluorosis ni ningún efecto secundario por cepillarse con pasta fluorada 3 veces al día.

¿CÓMO ACOSTUMBRAR AL NIÑO AL CEPILLADO?: CEPILLANDO

Al principio es normal que, si no está acostumbrado, el niño llore cuando se le va a cepillar. Hay que tener claro que no es un procedimiento doloroso y que no estamos haciendo algo contra el niño sino por su salud. El cepillado en bebés que tienen 8 dientes dura como mucho un minuto. Si cepillamos rápido, es un minuto llorando. Si nos amargamos pensando “cuando terminemos de cenar hay que cepillar, puf, madre mía, sólo de pensarlo me pongo mala, mira el crío, ya se lo huele, es acercarse al baño y se pone como loco…” el niño llorará igual el minuto de cepillar más todo el tiempo anterior sumando además la desazón al ver la cara de ansiedad de la madre o de quien vaya a cepillar. Ahí hay verdadero sufrimiento, así que cuanto antes lo hagamos, mejor para todos. No es bueno dilatar el procedimiento “esperando a ver si se calma”cuando ya conocemos a nuestro hijo y SABEMOS que no se va a calmar.

En pocas semanas la limpieza dental será algo tan rutinario que no se plantearán que no se hace, como no se plantea uno lavarse las manos después de ir al baño.

Vamos a ir por etapas, y cada una de ellas durará 5 días:

PRIMERA ETAPA: ACERCAMIENTO

Primero de todo se debe adquirir el hábito: tras comer, se va al cuarto de baño, se coge el cepillo y la pasta, se pone la cantidad de pasta adecuada (manchar el cepillo en bebés, grano de arroz en niños más mayores), se coloca al niño en posición y se introduce el cepillo. Por supuesto hay niños que se rebelan, que se niegan a dejarse cepillar, atarse los zapatos, lavarse el pelo, ponerse calcetines o cortarse las uñas.

Es cuestión de convertir el cepillado en un hábito. Ya mejoraremos la técnica. Con conseguir llevar esta rutina 3 veces al día, ya estamos mejorando.

SEGUNDA ETAPA: INCISIVOS Y CANINOS

Inmediatamente después de comer cogemos cepillo, pasta, colocamos al niño en posición, metemos el dedo atrás del todo, levantamos el labio superior y cepillamos los dientes de delante y arriba (incisivos), y luego los de abajo.  Un minuto en total.

TERCERA ETAPA: MOLARES SUPERIORES

Lo de la segunda semana, y además, empezamos a cepillar molares superiores, primero de un lado, luego del otro.

CUARTA ETAPA: MOLARES INFERIORES

Lo de la tercera semana, y además, cepillamos los molares inferiores de un lado, y de otro. El cepillado completo durará unos dos minutos.

QUINTA ETAPA: HILO CON APLICADOR

Lo de las semanas anteriores, y además, empezamos a utilizar el HILO DENTAL, en caso de tener los dientes juntos y que no haya espacio entre ellos.

 

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AUTOEVALUACIÓN: «EL ALGODÓN NO ENGAÑA»: TINCIÓN REVELADORA DE PLACA BACTERIANA.

La prueba del algodón respecto a la higiene dental se puede realizar con tinciones reveladoras de placa bacteriana. En niños pequeños por ejemplo con Plac Control (Dentaid©) en gotas, y en más mayores y adultos, en comprimidos que se disuelven en la boca. Lo administramos DESPUÉS del cepillado para comprobar si quedan restos sucios, y donde se vea un color rosa intenso, ahí hay que volver a limpiar.

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 A TENER EN CUENTA:

  • El cepillado dental es una decisión de los padres por cuestiones de salud sobre su hijo. Un niño no decide si se le pone o no una pomada por una irritación del pañal. Si está sucio se limpia. Lo más delicadamente, lo más rápidamente, pero se limpia. En este tema, igual.
  • El niño, más o menos hasta los 8 años NO SE PUEDE CEPILLAR SOLO. No tiene la habilidad suficiente. El utilizar pasta es seguro siempre y cuando sean los ADULTOS QUIENES MANEJEN EL CEPILLO Y LA PASTA. Igual que no les dejas a su alcance el tubo de corticoides para el eczema, el dentífrico TAMPOCO. No es un juguete (aunque por desgracia lo disfracen como tal).
  • El cepillo eléctrico sólo está indicado cuando se tiene constancia de que con el manual se hace bien. Lo importante no es el cepillo sino la mano que lo mueve y los ojos que ven cómo y por dónde.
  • En caso de frenillos labiales gruesos y bajos, cepillar el lado derecho y luego el izquierdo sin atravesar el frenillo con el cepillo, pues puede molestar al niño.
  • Es importante que la boca permanezca limpia 4-5 horas después de cada cepillado, porque si volvemos a comer al poco rato, siendo realistas, es difícil volver a cepillar y al final la boca está sucia más de 12 horas diarias.
  • El cepillado debe realizarse INMEDIATAMENTE después de comer para no dar opción a las bacterias de la caries a metabolizar los azúcares e hidratos de carbono y formar ácidos que dañan el esmalte.

En mi página de Facebook hay un video de una madre cepillando a su bebé. Es un video casero, y desde aquí agradezco a su autora su realización, envío y que me haya permitido distribuirlo. ¡¡Gracias, Raquel!! Lo podéis encontrar buscándome por Irene Iglesias Rubio-Centro Dental Eboca en Facebook.

Por supuesto, todo esto es mucho más fácil explicarlo en clínica. Vuestro profesional de confianza es el indicado para hacerlo. El dentista o el higienista os enseñarán in situ todos los detalles y es a quien hay que acudir en caso de duda.