Desde que sale el primer diente, hay que limpiarlo. Igual que desde que se mancha el primer pañal también hay que limpiar al  bebé. Puede gustarle más al niño o no, pero es algo que hay que hacer. Dejar comida adherida en los dientes es como dejar un pañal sin cambiar. Irrita el tejido sobre el que está y acaba lesionándolo.

Cuando no hay dientes se puede ir acostumbrando al niño a limpiarle las encías, la lengua, el paladar y los carrillos por dentro con un dedo envuelto en una gasa. Realizar esto a partir más o menos de los 4 meses no es una tarea desagradable para el niño, y éste luego no va a tomar como extraño la introducción de un dedal de silicona y posteriormente el cepillo.

Existen accesorios que pueden hacer más agradable la tarea de limpiar, como estos conejitos en los que introduces los dedos para limpiar con ellos la boca del bebé

conejo mam perfect

A partir de la erupción del primer diente de leche ya hay que utilizar cepillo y dentífrico.

Cómo cepillar al bebé: técnica:

.- cabeza del niño apoyada contra el brazo de la madre o contra el regazo, o tumbado en la cama. Si la cabeza no está apoyada el niño cada vez la irá echando más hacia atrás y es muy incómodo.
.- levantar con una mano el labio superior y con la otra cepillar. Si no apartamos las cortinas no podemos limpiar los cristales. El labio impide una correcta visión de los dientes.
.- el cepillo debe estar SECO para no hacer espuma, que no resulta agradabe a los niños.
.- la pasta de dientes se debe presionar con los dedos sobre las cerdas para impregnar bien éstas y que la bolita (medio grano de arroz) de dentífrico no caiga a la lengua y haya riesgo de ingerirla.
.- si los dientes están juntos, hay que utilizar hilo dental (existen aplicadores de hilo para adultos que valen muy bien también en bebés).
.- Nos interesa sobre todo el efecto tópico del dentífrico sobre el esmalte dental. El flúor se une al esmalte dental formando un mineral, la fluorapatita, que es más resistente a los ácidos y más insoluble que la hidroxiapatita natural del diente. El flúor además repele en cierta medida a las bacterias causantes de la caries e impide que éstas se adhieran sobre el diente.

.- Hay que cepillar 2 veces al día como mínimo, siendo una de ellas imprescindiblemente antes de acostarse. Lo último que debe tocar la boca antes de irse a dormir es el cepillo dientes.

cebra limpia dientes a hipopotamo

¿Dentífrico con o sin flúor?
Los protocolos ACTUALES insisten en que hay que utilizar dentífrico, y debe estar «convenientemente fluorado». La caries es la enfermedad más prevalente del organismo humano en todas las culturas, en todos los países y en todo el planeta. Prevenir la caries es una cuestión de salud pública. Prevenir la fluorosis es una cuestión que afecta SOLO A LUGARES EN LOS QUE EL AGUA DE ABASTECIMIENTO TIENE EXCESO DE FLÚOR (en el Sáhara, por ejemplo). No hay casos de fluorosis sólo por la utilización de pastas de dientes. Y hay muchísimos casos de caries de la primera infancia que con dentífrico fluorado serían menos graves. La bibliografía dice que el dentífrico, incluso en bebés, debe tener una concentración superior a 1000 ppm. Por debajo, el efecto es el mismo que el del placebo. No es efectiva la medida de pincelar con colutorio los dientes de leche.
En bebés que no saben escupir, con una cantidad equivalente a MEDIO GRANO DE ARROZ es suficiente. Niños más mayorcitos, como un guisante. Es mucho más importante que la concentración de flúor sea elevada y la cantidad de dentífrico pequeña que al revés. Poner mucho dentífrico pero por ejemplo de 500 ppm (que es el que se vende habitualmente para niños de 2 a 6 años), no sólo no es útil, sino que al ser más cantidad y mezclarse con saliva, hay más riesgo de ingesta.

En resumen: hay que cepillar desde que sale el primer diente, con dentífrico con 1000 ppm, dos veces al día y siendo una de ellas antes de acostarse.